Construir por oficios: ventajas y desventajas
¡A ver! No soy EL defensor de construir por oficios

¡Ojo con lo de EL defensor! Es algo que muchos piensan, pero no lo defiendo a capa y espada, ni mucho menos. Se dice por ahí que soy el “puto defensor” de construir por oficios. ¡Qué va! No me pongas etiquetas que no son. Simplemente, creo que es una opción más, no LA opción.
Y claro, como construir por oficios a veces tiene esa fama de ser “de cuñados”, según algunos, eso automáticamente me convierte en un cuñado de manual.
Lo que yo defiendo, en realidad, es algo más simple y sensato: defiendo que tengas toda la información sobre la mesa.
Y una vez la tengas, te sientas, la analices con calma y luego, en función de esa información, tomes una decisión.
Así que, al final, eliges lo que te dé la gana. ¿Por qué? Porque la elección es tuya, y solo tuya.
Desmitificando la necesidad de un único constructor
Mucha gente te va a decir que lo mejor es contratar a un constructor de confianza, que eso va a ser lo más sencillo y barato para ti. Como si no fueras capaz de coordinar los oficios de una obra por tu cuenta. Te tratan como si fueras un niño perdido en el mundo de los albañiles, fontaneros y electricistas, que no sabrás ni por dónde empezar.
Pero cuidado, también están esos que te insisten en que con una constructora todo será un paseo, sobre todo para la dirección de obra. Como si fuera coser y cantar. La verdad es que, tanto en una opción como en la otra, te puedes encontrar con miles de problemas.
Análisis objetivo de la construcción por oficios
Mira, hay cientos y cientos de autopromotores, como tú, que han decidido coordinar todo por su cuenta, eligiendo y gestionando a los oficios, y les ha salido de maravilla. ¡Bravo por ellos! Pero también, hay otros tantos a los que les salió mal, muy mal. Es decir, esta opción tiene su cara y su cruz, como todo en la vida.
Y ojo, no creas que contratar a una constructora te garantiza el éxito. Muchos han contratado todo el proyecto a un solo constructor y también han tenido un montón de problemas. Como ves, no hay un camino sin baches.
Opinión personal sobre la construcción por oficios
Desde mi experiencia, lo tengo claro: los dos caminos son válidos, pero ambos pueden ser peligrosos si no sabes por dónde te mueves. Ninguno es mejor que el otro en términos absolutos. No se trata de ser defensor de uno o de otro. Se trata de que cada persona tiene que elegir lo que le convenga según sus circunstancias, sus habilidades y, sobre todo, sus ganas de complicarse la vida.
Hay promotores a los que les desaconsejo totalmente hacer la casa por oficios. Les digo que no se metan en ese lío porque, sinceramente, no están preparados para lidiar con ese nivel de coordinación.
No pasa nada, es lo normal, ¡no todos nacimos para organizar una obra!
Pero también hay otros a los que les digo: “¡Adelante! Puedes hacerlo, te veo con capacidad para coordinar los oficios y llevar la obra a buen puerto”.
Y, por supuesto, también están aquellos a los que les digo que lo mejor para ellos es contratar a una constructora de confianza y olvidarse de la locura de estar gestionando a todos los trabajadores uno a uno. No es que sea la opción más sencilla siempre, pero para ellos es la que tiene más sentido.
Factores personales a considerar al construir por oficios
Lo importante aquí es que escojas lo que mejor se adapte a tus circunstancias personales. Esto incluye muchas cosas: tu presupuesto, tu tiempo libre, tu nivel de implicación, y sobre todo, tu tolerancia a los líos y el estrés. Porque, sinceramente, construir una casa no es un paseo, por ningún camino.
Por ejemplo, si eres alguien que tiene tiempo y quieres estar involucrado en cada detalle, entonces construir por oficios puede ser lo tuyo. ¿Tienes amigos en la construcción? ¿Sabes cómo negociar con proveedores? ¿Te gusta coordinar proyectos y estar pendiente de mil cosas a la vez? Perfecto. Pero si solo pensar en organizar una reunión con el fontanero y el electricista ya te da dolor de cabeza, entonces, mejor busca una constructora y déjales que se encarguen.
Al final, elijas lo que elijas, ten claro que ambos caminos son buenos y ambos pueden volverse un infierno si no los manejas con cuidado.
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Importancia de la formación al construir por oficios
Ahora, te dejo una última verdad, una que es absolutamente innegable: tienes que formarte como promotor. No importa si decides construir por oficios o contratar a una constructora. Necesitas entender el proceso, conocer los pasos, los plazos, y tener las herramientas para tomar decisiones bien informadas.
Porque, aunque contrates a un constructor que te lo haga todo, el promotor sigues siendo tú. Y como tal, debes saber qué está pasando en cada fase, qué decisiones son importantes y cómo evitar que te tomen el pelo. Así que, antes de lanzarte a la aventura, infórmate bien y, sobre todo, aprende. Cuanto más sepas, mejor podrás gestionar todo, sin importar el camino que elijas.
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